Tuve la suerte de poder ir el viernes pasado al Black Bar en el Monticello y poder fotografiar el bar en su marcha blanca. (Aprovecho de comentar que el 2 de abril se abre a todo público para que lo vayan a visitar).
Al ingresar ya da esa sensación de estar en un teatro, de hecho recordé mis tiempos de carrete lolein con luces, cócteles, el VIP del 2do piso. Llegar a la barra y ver todas las copas hermosas, cocteleras, jiggers, botellas iluminadas con ganas de probar todo. De hecho, no vi la carta, pedí directamente que me crearan un coctel con pisco y algo agridulce y fue perfecto.
Vi las tablas y probé un crudo muy bueno, pero la verdad es que tendré que ir nuevamente cuando ya esté en funcionamiento, para pedir muchas cosas que me faltaron y aprovechar de disfrutar de las luces y la simpatía de los bartenders, meseros, y todos los que estuvieron ese día.
Los invito a ver las fotos que tomé para que se enamoren:











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