El jueves pasado me tocó levantarme temprano, porque viajábamos a la Viña Terranoble en San Clemente. Yo feliz de catar vinos y aprender más, porque ustedes saben que yo soy más de coctelería, pero si tengo que aprender de todo, hay que tomar impulso y darle no más.
Así que llegamos a la Viña, con un poco de frio pero allá es normal, más aún a pleno julio. Nos recibieron la casa calientita y con un rico desayuno.
Luego nos llevaron a la cata del nuevo vino de alta gama «Raíces del Maule», en donde reconocidos personajes del mundo del vino pudieron revisar este blend que contiene Cabernet Franc, Cabernet Sauvignon, Carmenere, Carignan, Merlot del año 2022. Por supuesto, todo desde el Maule.
Yo no sé mucho, pero me agradó sentir las diferentes cepas, de los diferentes lugares del Maule que yo conozco, escuchar de Pilén, de Melozal, Name, y otros sectores por lo menos hacen que me sienta «en casa». Y esos colores rojos intensos, que teñían la copa con tanta fruta (obviamente hay temas químicos pero dejémoslo en fruta)
De ahi nos esperaba un almuerzo bien sabroso, al fin después de mucho tiempo pude comer guiso de mote, estaba suave, cremoso, y también habían papitas, punta de ganso, corderito, prietas y otros bajo la mano de Nicolás Rosales. Todo eso acompañado de los vinos de Terranoble por supuesto.
La verdad es que fue un buen viaje y un gran vino presentado. Ojalá que podamos empezar a profundizar en las cepas chilenas y compartir este conocimiento con el mundo, para que todos elevemos el vino chileno al reconocimiento global.















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